En la famosa obra de Moisés Hess, titulada “Roma y Jerusalem” se encuentra un profundo análisis de lo que significa el shabat como expresión de la fe judía en el
advenimiento de la era mesiánica…
Moisés Hess nació en Bonn; en el seno de una familia judía de linaje rabínico; el 21 de enero de 1812.
Siendo muy niño se familiarizó con la Ley de Moisés, e ingresó años después en la Universidad para seguir una carrera; pero no llegó a doctorarse porque distrajo mucho tiempo dedicándose a la política y. al estudio de las nuevas ideas sociales.
Durante largo tiempo lo absorbe la causa del proletariado europeo y participa con Carlos Marx y Lasalle en la gestación del socialismo científico. Pero acaba por aplicarse
fervorosamente al estudio del judaísmo y da a luz su obra maestra en 1862.
Escrito en forma de cartas a una dama dada a la reflexión sobre el problema de la resurrección, esta obra desarrolla las siguientes ideas fundamentales:
– los ideales del judaísmo no contrarían en modo alguno los altos ideales a que está comprometido el progreso de la humanidad sino que, por el contrario, los reafirm
– el resurgimiento nacional judio constituye una necesidad en esa hora en que los pueblos sojuzgados de Europa alcanzan su emancipación política.
– están muy equivocados los israelitas que creen haber resuelto su problema como tales con adaptarse y asimilarse totalmente a los países en que viven, pues si bien algunos de esos países los emanicpan por razones humanitarias, no habrán de respetarlos jamás mientras los judíos renieguen de sus propios recuerdos bistóricos y carezcan de un solar propio, en el que puedan desenvolver su personalidad nacional.
El shabat y la era mesiánica
“Desde los albores de la historia -afirma Moisés Hess- somos los judíos los portadores de la fe en la era mesiánica. Con la celebración de nuestro Sábado quedan magníficamente expresadas las leyes que regulan nuestra evolución social a lo largo de toda nuestra historia cultural.
En el Sábado santo está expresada la esperanza que tanto nos ha alentado, de que el porvenir nos ha de deparar, seguramente, un shabat histórico, tal como el pasado nos deparó el shabat-naturaleza; es decir, que la historia análogamente a la naturaleza, alcanzará una etapa de armónica perfección.
La historia de la creación bíblica ha sido dada únicamente con miras al shabat.
Según ésta, con el advenimiento del hombre, el ser más perfecto sobre la tierra, se logró la perfección suma en la creación del universo -y desde entonces se entregó el Creador a celebrar el Sábado-naturaleza; recién entonces comienza la historia de la creación social del mundo, cuyo Sábado será celebrado a la postre de la perfección histórica, o sea en la era mesiánica universal.
He aquí el eminente sentido de la Génesis mosaica. en la cual menguados supernaturalistas pretenden investigar las ciencias naturales.
Como se echa de ver, nos otorga la ley del Sábado una certeza inamovible en la identidad y eternidad de la ley divina, vigente por igual en la naturaleza como en la historia”
.
En cuanto a la era mesiánica, formula Moisés Hess ciertas afirmaciones que fueron muy discutidas en el mundo judio, no obstante lo cual merecen sin duda ser objeto de hondareflexión.
Dice en efecto:
“La era mesiánica corresponde a los tiempos contemporáneos que inaugurados por Spinoza, se abrieron paso en la historia universal con la Revolución Francesa.
Con la Revolución Francesa comenzó, en efecto, el despertar de los pueblos que deben al judaísmo su culto histórico”.
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